Ir al contenido principal

Requiem para un loro


Hace mucho mi papá regreso de un viaje que hizo por la selva peruana, a la provincia de Oxapampa para ser mas exactos aunque breve, muy breve (1 semana) seria el mas significativo viaje que haría en mucho tiempo.

Con una promesa a cuestas, bastante improbable y fintera de que traería un lorito oriundo de la región a la casa para tenerlo de mascota para Gustavo y enseñarle a hablar y toda la cosa. Nadie le hizo caso al principio el llevaba años diciendo lo mismo cada vez que viajaba aseguraba que iba a traer algún animalito ya sea un loro, un mono o un guacamayo y lo único que traía eran encomiendas para la familia y cartas para las abuelas.
Grande fue la sorpresa cuando retorno de aquel selvático paseo: Un loro y su jaula se aproximaban a mi cuarto y yo semi-dormido los vi llegar.
Juat! exclame. Como es posible, mis ojos (o las legañas que en ellos habitan) no me podían estar engañando era un loro y de ahora en adelante lo tendríamos de mascota; me sorprendió el hecho en sobremanera, por fin pensé, después de la sorpresa vino la desazón ¿Y ahora? ¿que quien lo va a cuidar? esta y muchas interrogantes empezaron a surgir en mi cabeza, pero lo único cierto era que el loro venia y venia para quedarse.
¿Acaso eramos responsable?, me preguntaba ¿Quien le va a dar de comer? ni uds. mismos se cuidan solos...y yo que ni tiempo tenia para mis cosas para que además me carguen la responsabilidad de una mascota.

Mi hermano gustavito estaba mas contento, mi padre extrañamente se mostraba complacido muy distinto de años atrás cuando se mostraba en contra de cualquier perro que tuvimos por mascota (aunque después también lo quería), pareciera que los loros le cayeron mejor que los perros, aparte que el mismo lo hubiese traído le sumaba un valor agregado. Al final de cuentas terminamos por aceptarlo.

Henry ¿Como estas? vamos, vamos...A ver, que comerá ummm intentaremos con plátano de isla, a ver-henry, era un loro pequeño pues apenas era un pichón, de un color verde bellisimo y ojos bastante expresivos. Para mi era sin lugar a dudas la primera mascota-ave que tenia en mi vida y no sabia mucho sobre sus preferencias. Su jaula era bastante peculiar, mediana de tamaño, con una redondela en el centro, la baranda verde clara obligada en todas las jaulas y sus respectivos vasos de plástico para comida y agua, dos rendijas-para salida y entrada pense- me hizo gracia.

Así pasaron los días, yo yendo a estudiar, leyendo varias horas al día, apuntando las claves de las preguntas, viendo tv, dándole de comer alpiste, cambiando el agua, en ocasiones se posaba en mi hombro, como si fuese un árbol, solía salir a la tienda con aquel impertérrito vigilante, a veces lo creia halcon o algun ave salvaje sin embargo era bastante amigable. Nunca me picoteo.

El lorito era parte de la familia, así de simple se metió al bolsillo a los mios, que ahora son los suyos también, de alguna manera hizo mas llevadera aquella época de incertidumbres académicas, formulas matemáticas, hamburguesas en los recesos, clases en las tardes, etc

Así hasta que un día no volví a verlo mas, fue una tarde, estaba en su jaula y ya había recibido la mala noticia por parte de mi mamá... preferí no verlo, lo alcanza ver solamente un poco, no se movía mas, supongo que ha de seguir volando por ahí en algún lugar "... sin querer un día paso por mi/ por la vía láctea se encontraran /en algún planeta en alguna lugar/ donde va la gente y su corazón/ donde van los años y este dolor..." sea donde sea estoy seguro nos volveremos a ver.


Nota: Este homenaje lo escribí hace tiempo fue rescatado de un cuaderno el cual creía perdido. Fue una suerte encontrarlo!

Comentarios

  1. uuuuu que triste el final de este relato tan sencillo y conmovedro, claro aportando un dosis de ironia sutil

    ResponderEliminar
  2. JUAT!!! JAJA. AGRADABLE EN CIERTAS PARTES, AL FINAL COMO QUE HUBO UNA PRISA POR CONCLUIRLO. DIVERTIDO Y COMPRENSIBLE PARA LOS QUE HEMOS TENIDO MASCOTA Y DESGRACIADAMENTE NUESTROS AÑOS DE VIDA SON MÀS LARGOS Y NO PODEMOS TENERLOS POR SIEMPRE.

    ResponderEliminar
  3. Debe ser una dicha hallar un texto perdido -y no es que me no me importe la historia del loro- se ve que lo querias mucho, si pues, es un final forsozo. Hay que evitar eso. Pero gande Seru

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

No estoy solo

LLena de frutas leves en los labios Adornada con mil flores disimiles Gloriosa En los brazos del sol Dichosa Como un ave familiar Cautivada Con una gota de lluvia Mas hermosa Que el cielo de la mañana Fiel Hablo de un jardín de un arbolito, de un Sueño pero ciertamente quiero

DEDICATORIA

Para mi amigo, el muy trinchón, el que concibe la poesía como carrera de caballos, primer vals en sociedad, Rayuela entre señoritos de la high, nariz monona, cuello estirado, rabo al aire, o como el clásico concurso para nenitos trastornados: “Yo soy el niño más bonito de la clase”. Para mi amigo, el ruiseñor capeado con la firme, atlética y muy mamona convicción de que será la vida quien se encargue de acomodarle sus cuerazos… Muy jaladamente, tu seguro gladiador: nativo de Mixcoac de ninguna manera ciudadano del mundo, que como vos seguramente sabéis por vuestra privilegiada memoria de grabadora alemana, no es sino el gingle de trasnacional marca de cigarros. (Mario Santiago, 1953, del libro "Aullido de cisne")